
Se acerca el final del año y hacemos balance de cómo nos ha ido durante estos últimos doce meses, tanto en el plano personal, como en el profesional. En lo profesional, además de revisar tu balance de cuentas y objetivos, debes ver otros factores como la calidad de tu servicio y satisfacción de tus clientes, así como los propósitos de año nuevo para que tu empresa marque la diferencia.
La facturación es un punto muy importante que va a definir, obviamente, la cuenta de resultados. Pero debes ir más allá y analizar la calidad de los clientes y la salud de tu negocio. De nada sirve que tengas una gran facturación si tu servicio al cliente es nefasto, o si el nivel de recurrencia de tus clientes es bajo. Céntrate y analiza estos términos, ya que van a ser clave a la hora de establecer tus propósitos de año nuevo.
¿Qué propósitos de año nuevo deberías plantearte?
El primero de ellos es la mejora de la productividad, esa gran desconocida. La productividad es un concepto que engloba todos y cada uno de los procesos que se realizan en una empresa. Por ejemplo, una mejora de la organización del stock, o simplemente de la documentación relacionada con nuestros clientes, puede suponer un cambio notable. Si eres un poco más atrevido y quieres sacar mucho más partido a tu empresa, lo más recomendable es que contactes con una empresa que sea experta en optimización de procesos.
La tecnología es tu gran aliada. Para 2019 debes proponerte una revolución tecnológica dentro de tu empresa. Esto no significa que robotices los procesos habituales, ni que hagas un fuerte desembolso en una nueva maquinaria. Un cambio que revolucionaría tu negocio y tu productividad, sería la implantación de un CRM para la gestión de tus clientes. ¿Un CRM? Sí, un software dedicado a la gestión comercial, marketing y el servicio al cliente. Es una solución económica que puede ofrecerte una gran cantidad de datos que no conocías sobre tu negocio y que te van a servir de cara a definir tu estrategia.
Reconfigura tu plan de negocio. Siéntate y evalúa tus resultados e hitos en relación a lo establecido con tu plan de negocio. Tanto si los has conseguido, como si no, debes realizar una modificación de este documento. Por un lado, en caso de no haber llegado a los objetivos marcados, debes analizar los motivos que no te han permitido llegar y reconfigurar las cifras para el siguiente año. No te desanimes, la vida de un negocio es muy larga y fluctúa, adáptate a los tiempos y prevé en medida de lo posible.
Por otro lado, si has conseguido los objetivos marcados, tu propósito de año nuevo debería ser marcar unos nuevos. Puedes apostar por objetivos relacionados con un mayor crecimiento de tu negocio o, por el contrario, si tienes un perfil mucho más conservador, puedes apostar por hacerte fuerte en un segmento de mercado para ser el referente. Tú eliges el futuro de tu propia empresa.
En definitiva, tu principal propósito de año nuevo deber el cambio y la adaptación constante. La búsqueda de nuevos objetivos y la innovación van a ser claves a la hora de mantener tu negocio. Ten en cuenta que la época en la que vivimos está sujeta a cambios continuos. Tu mentalidad debe salir de la zona de confort prácticamente a diario y adaptarse a un tipo de consumidor mucho más dinámico y activo. También debes tener en cuenta que la tecnología va a ser tu gran aliado puesto que, te va a poder permitir medir muchos parámetros de tu estrategia. Reinvéntate año tras año, es la mejor forma de adaptarse al mercado.
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